RE PROGRAMAR NUESTROS HÁBITOS
LA HISTORIA DE SUTTON PARKS
Un policía
llegó con dos hombres a mi puerta, entre todos sacaron mis pertenencias afuera
de mi casa; tomé solo algunas “importantes”, las que pensé que necesitaría, y
el resto se lo deje a los hombres de la basura. Me monté al carro y mientras me
alejaba, veía por el retrovisor como mi vida anterior desaparecía.
Esa noche
dormí en el carro, en un paradero donde suelen descansar camioneros que van en
camino.
Este fue un
punto bastante bajo en mi vida, así que decidí que la reconstruiría con base en
uno principios sólidos o, más bien decidiría acabar con mi vida, me mataría si
seguía en lo mismo.
La vida que
estaba llevando estuvo llena de dolor y desespero por mis decisiones, así que
hice un pacto conmigo mismo y con Dios donde me juraba que si daba lo mejor de
mí, de la forma más honesta, y mi vida no cambiaba, me iría tranquilo pensando
que “tener una buena vida” no era una opción.
Así que
cambié muchos malos hábitos y opté por unos nuevos; tres de ellos se
convirtieron en un pilar fundamental para la vida que llevo hoy en día, una
totalmente diferente:
ALLÍ FUE DONDE DORMÍ DURANTE 9 MESES,
MIENTRAS ME RECUPERABA Y VOLVÍA A PONERME DE PIE ANTE LA VIDA.
3 HÁBITOS QUE SALVARON MI
VIDA
1. LA GRATITUD ES UN ACTO:
Aprendí esta lección
en las reuniones de 12 pasos a las que me uní. Mi vida se había convertido en
hablar y nada de acción; me estaba mintiendo cuando decía estar agradecido por
mi auto, por mi trabajo, mis relaciones, mi salud, entre otras cosas; mientras
dejaba que estas se fueran arruinando debido a mi negligencia. Dicho de otra
forma, era una persona inmadura, egoísta y perezosa.
Veras, las relaciones
y las cosas materiales necesitan tiempo, presencia y dinero para ser
construidas y mantenidas, al igual que una planta necesita de agua para vivir,
tu carro necesita que le cambien el aceite cada tanto tiempo, y un amigo
necesita una llamada tuya de vez en cuando. Sin embargo, a mí no me importaba,
yo simplemente me dedicaba a recibir.
Esta actitud
destructiva fue dañando cada uno de los activos que tenía en mi vida; la falta
de “mantenimiento” me hizo perder grandes relaciones y activos valiosos debido a mi
mentalidad egoísta.
Así que esto tenía
que cambiar si quería vivir una mejor vida, así que empecé a demostrar gratitud
por todos los regalos que tenía, pero no por medio de palabras, sino por medio
de actos.
2. CUENTA TUS
BENDICIONES:
Desde que empecé a
vivir en mi carro, me resultó bastante fácil sentir lástima de mí mismo. Esta
lástima me hacía sentir débil, fracasado y sin esperanza…lo que me llevaba a
unas ganas insaciables de beber nuevamente.
Sabía que tenía que
cambiar mi modo de pensar; me habían sugerido en una de las reuniones de
alcohólicos anónimos que escribiera en un papel cada una de las cosas por las
cuales me sentía agradecido; lo cual no me tardaría mucho ya que no tenía nada.
Así que una noche,
estando estacionado en mi parqueadero-casa, saque un lápiz, hoja y encendí la
luz interior del carro; comencé a escribir: “me siento agradecido por…(mmm) por
tener un techo en mi cabeza, así sea el del carro (lo cual me hizo reír
bastante). Así que también me di cuenta que tenía agua, un lugar donde dormir,
un parqueadero-casa, y así la lista fue creciendo poco a poco.
Entre las muchas
cosas que escribí, anoté que me sentía agradecido por poder escribir, leer,
respirar aire puro, por la biblioteca del condado, por el parque del condado
donde me podía bañar, por los baños de Starbucks, por los senderos donde podía caminar…
Esta lista me dio
cierto sentido de poder, esta lista me hizo escoger la gratitud y el amor por
encima del miedo y la frustración. Me ayudó a alejar la ansiedad, los malos
pensamientos, la negatividad, me quitó la vida depresiva e intentos de acabar
con ella…me dio la posibilidad de ver las decisiones que podía tomar.
Más importante aún me di cuenta que la
gratitud es la clave para vencer los miedos, los cuales pueden impedirte hacer
muchas cosas.
3. DEJÉ DE MIRAR
TELEVISIÓN:
Esto fue realmente
fácil para mí ya que me tocó vivir en un carro. Alejarme de la televisión me
acercó a mis expectativas, ya que me alejé de un mundo donde todos son ricos,
donde todos se ven bien, son interesantes y están casados con super modelos. Un
mundo utópico.
Los comerciales están hechos para hacerte sentir infeliz,
asegurándote que te sentirás mejor si compras sus productos.
Las noticias me
hacían sentir impotente, no podía controlar nada de eso, y lo peor es que me
había criado con la filosofía de mantenerme “informado”. Además, ver televisión
me hacía sentir solo y me aislaba; en vez de asistir a reuniones sociales,
salir con mis amigos o participar de un evento, prefería quedarme en casa viendo un partido de fútbol…y entre más me
quedaba en casa, más solo me sentía, y entre más solo me sentía más ganas me
daban de beber.
Eliminar el televisor
de mi vida me abrió las puertas para nuevos amigos, para disfrutar de la
compañía de mis amigos, de tomar café o salir a comer; en pocas palabras mejoró
mi vida, que era lo que estaba buscando. Esta simple decisión me acercó a mis
expectativas, me liberó de los deseos materialistas y me dio un mayor sentido
de cercanía y paz interior.
Han pasado 10 años
desde que dormí por última vez en mi auto, vivo en mi apartamento cerca al
centro y tengo 3 negocios. Tengo muchos amigos, toco en un banda y hasta escribí
un libro…estoy viviendo la
vida que soñé, por la cual me decidí trabajar.
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